Esta ocasión merecía algo especial y con un sentido diferente, por eso busqué durante algún tiempo algo que me inspirara para conseguir transmitir una sensación de espiritualidad, sutileza, sencillez y elegancia. Creo que lo he conseguido, aunque suena un poco pretencioso por mi parte, pero es una de las pocas veces que me he sentido orgullosa y satisfecha del resultado final.
Debo dar las gracias a mis amigas de Maragá, que siempre tiene la disponibilidad para ayudar, tanto con su buena predisposición como con sus materiales.
Ansiaba poder utilizar el acetato como material para dar la sensación de etéreo y ligero, y busqué también algunos troqueles que produjeran una cenefa me recordara a dibujos de mi más tierna infancia. Usé una cartulina gruesa para que se pudieran mantener en pie y con un bonito tono marfil dorado. Finalmente pasaron la selección tres modelos distintos, uno con textura de puntos (que me evocaba la tela con la que mi madre confeccionó mi traje de primera comunión) que además está perforada con un troquel de pasa cinta y una delicada cinta verde con brillos dorados a juego con la cartulina. Los otros dos modelos son lisos, sin texturas, con dos cenefas diferentes una de ellas floral y la otra geométrica. Los tres modelos llevaban una mariposa de la misma cartulina que da una elegante sensación de volumen a modo de bajorrelieve.
Aquí les dejo mi trabajo, espero que les guste y además me gustaría conocer su opinión.
Un beso.
Pili