Como cuando uno sube la montaña con extenuación y calambres en las piernas, la boca sedienta del esfuerzo, la espalda empapada en sudor; pero sabiendo que al final del camino se mostrará ante tus ojos el espectáculo de una aspiración que parecía imposible. Así es como me siento, pues esta vez, he subido la cima gracias a tres grandes apoyos, que han creído en mí, tres bastones que más que sustentos han sido impulsores de ilusión, fe y creatividad, sin los cuales no me hubiera embarcado en este proyecto.
Debo agradecer esta oportunidad a mi compañero de vida, que siempre ha está ahí durante años, motivando mi espíritu haciendo de lancero. A Carola, esa amiga incondicional que siempre tiene una visión creativa a otro nivel, que no desperdicia una sólo oportunidad para ayudar empleando su poco tiempo libre en crear las maravillosas obra de arte y que son las fotos que de mis creaciones que se muestran en esta entrada. Y por último a Patri, una gran persona cargada de energía positiva, que sonríe con su mirada y va por la vida queriendo hacer del mundo un lugar mejor. Gracias a ella y a su brío esta misión se ha podido poner en marcha.
Y es que por primera vez en la historia Aromapi expone sus creaciones en una tienda para aquellos que las quieran adquirir. Se trata de una boutique exclusiva, que se llama “Pomodoro”, situada en la Calle Heraclio Sánchez nº 9 en La Laguna. Es un magnífico establecimiento atestado de prendas únicas de marcas ideales, de las que es imposible no enamorarse: vestidos, abrigos, zapatos y complementos. Allí hay una estantería metálica en esquina, que tiene cuadernos y blocs de notas decorados por mí; en ellos va impreso el impulso de mi creatividad y cariño, que espero que sea del agrado de todos.
Un beso con sabor a pomodoro.