Desde niña me parecía que el tiempo caminaba tan despacio como una tortuga y que para que llegara mi cumpleaños faltaba siempre una eternidad; pero con el paso de los años las ansias por cumplir son menos y el reloj parece estar bajo el influjo de un acelerómetro. Por ello hay ciertas fechas o edades que son preferibles celebrar “como dios manda” y tirar la casa por la ventana, son esas ocasiones en las que hay que innovar en la sección regalos, utilizando materiales nuevos, de esos que esperan un buen acontecimiento; y por su puesto el aniversario de Encar cumplía todos los requisitos.
Tapicé un bloc de notas de hojas blancas con unas láminas de tela adhesiva que ha traído Maragá como novedad, el paquete venía con una acertada combinación de colores y diferentes telas, pero finalmente con la colaboración de mis ayudantes, que siempre tienen en cuenta la persona receptora de la creación, la elegida fue una con florecitas blancas sobre fondo gris azulado muy suave. Le añadí una delicada cinta de raso de color oscuro para conseguir que destacara. En su parte delantera iba ataviada con una bonita letra E de espejo, que bien podrá socorrerla en algún momento, sobre un círculo de papel kraft pintado con un degradado de colores y en la parte posterior un pequeño corazón con botón.
Para envolver el regalo he usado una bolsa blanca de papel adornada con una elegante cinta de washi tape de pajaritos de colores sobre un cable.
Espero que le haya gustado, pues está hecho con gran cariño, pero sobretodo espero que lo use mucho y escriba en ella maravillosas notas.
Un beso.
Pili