Siluetas

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Rayas que viajan de un lado al otro del tapiz, aparentemente sin orden ni control, movimientos sinuosos algunas veces, toscos o bruscos en otras, casi ilegibles para los ojos extranjeros de algunos. Con su apariencia inofensiva se contonean por la inmaculada pista de baile, al son del sentimiento del que maneja la batuta, pero tras ese contoneo hay más que líneas aleatorias, hay sentimientos; el dolor del silencio, la paz que se siente el director de la orquesta cuando el olor del amor roza su ser, cuando la capucha de la decepción cubre su cabeza o cuando tan solo necesita liberar su espíritu de las cintas que atajan su más profundo sentir. A todo ese conjunto de diferentes y únicas sensaciones, yo la llamo CALIGRAFÍA DECORATIVA.

Es un arte que milenarias culturas han perfeccionado con el paso de los siglos, y yo sólo  con humildad toco a la puerta para poder observar, cómo se abstraen los maestros del arte. No me considero ni principiante, sólo aficionado de quinta regional, así que aquí estoy intentando aprender a escribir con un poco de elegancia, a intentar que el maravilloso arte de escribir no sea algo que la tecnología sustituya.

Después de varios intentos infructuosos, finalmente mi amiga Emma (de Maragá) me ofertó la posibilidad de asistir a un curso de caligrafía, que no era lo que yo tenía en mi cabeza, pero como dice mi mentor, me ha servido para arrancar, para ponerme los zapatos de “que no se diga que no lo intento” y en ello estoy. Ha sido el verano y las vacaciones quienes me han empujado a tantear este campo, acompañada de mis rotuladores y mis bloc, todo ello en la bolsa de Aromapi hecha por mi Carmen T (que por cierto ha paseado por toda la isla) usando cada ratito libre o de desconexión, en rallar mis hojas.

Aquí le dejo algunas fotos, de los “dibujos” que he rayado con amor.

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Una mujer del renacimiento…

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Cuentan algunos aldeanos que en el pueblo había una azarosa muchacha que igual cocinaba, que leía, que hacía cuentas o bien serraba un tronco. Era una moza que vestía pantalón como los varones o tan pronto se adecentaba como cualquier otra dama del lugar, cargaba cajas o bien se dejaba caer rodando escaleras abajo. Definitivamente no era una mujer al uso, de esas que se casan, dedican su tiempo a la crianza de sus pequeños y cocinan para el marido. No, ella era de otra época, no le importaba tener la mandíbula desencajada, ni el dedo cosido… nada frenaba el desbocado alazán que había en su cabeza, pues su imaginación corría más que sus manos y por mucho que estas quisieran equiparar su agilidad, casi siempre salían perdiendo.

mujer del renacimiento

Pues esta mujer del renacimiento ha encontrado una nueva “Maquinita” que hace ahora sus delicias, es algo así como un multiusos que lija, sierra y rasca.

Multifunción
Con esa nueva amiga, un palé que estaba abandonado solito al lado de un contenedor, algunas cucharas y pintura, he creado esto colgadores tan “modernos” que hacen que el tiempo vuele. Los primero percheros tenía como objetivo recaudar dinero para una buena causa, “El campamento de Verano del Grupo Scout Atamán”, y esta vez los llamamos “Pañoleteros” pues su fin último era colgar las pañoletas que los scouts con el paso del tiempo y las experiencias recopilan cuál grandes trofeos.

Una vez pasado el evento scout, y con la ayuda de algunas mentes prodigiosas que me rodean, he creado estos otros colgadores, que espero que gusten pues en ellos están muchas horas de entusiasmos, ingenio e imaginación. Especial mención a mi súper buena amiga Carola que fue la instigadora, a Emma de Maragá y a Guty que me invitaron a un taller de Scrap dónde conocí la técnica de los Transfer de DaiKa y como no, a mi insuperable caballero que siempre está ahí haciendo de pinche colaborador.


Higinio el Grande

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Hay personas que uno recuerda por mucho tiempo, son ese tipo de seres que dejan huella a su paso, de las que todo el mundo conoce historias bien en primera persona o bien porque algún ser cercano te las ha contado. Y eso es lo que pasa con el protagonista de esta entrada, Don Higinio, se trata de un profe del colegio de mis hijos, es una persona que no deja indistinto a nadie. Físicamente y emocionalmente es un hombre grande, a la vez es una persona que llega hasta los chicos dejando huella en ellos, que sienta cátedra con sus acciones y sus palabras, que sirve de ejemplo y que su particular forma de enseñar es para sus alumnos toda una revelación. Es como un tsunami para ellos, los deja descolocados obligándolos a buscar respuestas y acciones para solventar la encrucijada en la que se hallan, es el Gran Higinio

Allá por junio del 2014 (es verdad que aunque no es reciente era algo que tenía pendiente de publicar) al finalizar el curso y para despedir un año con él, hice una tarjeta en nombre de todos para agradecer su trabajo y la convivencia. Cuando me senté a pensar en la tarjeta tenía claro que era algo que tenía que representarlo a él, por ello tenía que contar con una de sus pasiones, viajar y justamente su último viaje del momento había sido a Rusia, así que ya tenía temática y un grande de la historia del país. También tenía que reflejar algo que lo abandera como maestro, la identidad de grupo, pues es de esos docentes que lleva a su clase en conjunto tan lejos como pueda, con sus todos sus alumnos, haciendo de su curso un baluarte, dejando constancia de todos lo que formaron durante un año su tropa.

He aquí la Tarjeta del Zar Higinio el Grande, hecha en cartón pluma, y decorado con tantas matrioskas como miembros de la clase, hechas cada una de ellas con cartulina y a mano, pues no encontré molde para la big-shot así que recurrí a las viejas técnicas de copiar y recortar, combinando colores llamativos y decoraciones vinculadas con el tema ruso.

 Un beso grande para un hombre grande.

 


El botón de la navidad

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felicita a un desconocido

Por tercer año consecutivo, intentando hacer hábito como el niño que antes de llegar a los brazos de Morfeo sabe que sin el beso cálido de los labios mamá no se puede dormir, se ha puesto en marcha la felicitación a un desconocido; Con el entusiasta atrevimiento de los antiguos y los nuevos inquilinos en la mansión del “¡porque no!”; con algunas viviendas vacías por vacaciones, esperando con ansias a sus inquilinos a la vuelta de la esquina.

Y es que sigue siendo igual de emocionante, ver cómo se desprende la energía positiva de desear un pensamiento positivo a quien no conoces, por el simple hecho de regalar a la inmensidad del universo un poco más de luz. Pues tal y como cuenta la dedicatoria de la postal cualquier mínimo acto de amor es tan grandioso como queramos… o es que acaso un botón por pequeño que sea no cumple una misión; y cuando lo perdemos ¿no lo buscamos desesperadamente a nuestro alrededor?

Aquí les dejo una muestra de las tarjetas creadas este año que, ya desde el año pasado y siguiendo las indicaciones de un buen amigo, son iguales pero distintas, es decir un mismo diseño en distinto color. Los que me conocen saben que no me gustan las cosas recargadas, ni las mezclas de colores, que soy de combinaciones de colores pares y relieves. He usado dos plantillas de repujado (que por supuesto han sido compradas en Maragá: para ellas también un pensamiento positivo) sobre cartulina metalizada.

Mis mejores deseos para todos aquellos que han participado este año en la aventura de “Felicita a un desconocido” y para los que no han participado también; deseando que se cumplan sus mejores sueños.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.

Pili


Pomodoro

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Como cuando uno sube la montaña con extenuación y calambres en las piernas, la boca sedienta del esfuerzo, la espalda empapada en sudor; pero sabiendo que al final del camino se mostrará ante tus ojos el espectáculo de una aspiración que parecía imposible. Así es como me siento, pues esta vez, he subido la cima gracias a tres grandes apoyos, que han creído en mí, tres bastones que más que sustentos han sido impulsores de ilusión, fe y creatividad, sin los cuales no me hubiera embarcado en este proyecto.

Debo agradecer esta oportunidad a mi compañero de vida, que siempre ha está ahí durante años, motivando mi espíritu haciendo de lancero. A Carola, esa amiga incondicional que siempre tiene una visión creativa a otro nivel, que no desperdicia una sólo oportunidad para ayudar empleando su poco tiempo libre en crear las maravillosas obra de arte y que son las fotos que de mis creaciones que se muestran en esta entrada. Y por último a Patri, una gran persona cargada de energía positiva, que sonríe con su mirada y va por la vida queriendo hacer del mundo un lugar mejor. Gracias a ella y a su brío esta misión se ha podido poner en marcha.

Y es que por primera vez en la historia Aromapi expone sus creaciones en una tienda para aquellos que las quieran adquirir. Se trata de una boutique exclusiva, que se llama “Pomodoro”, situada en la Calle Heraclio Sánchez nº 9 en La Laguna. Es un magnífico establecimiento atestado de prendas únicas de marcas ideales, de las que es imposible no enamorarse: vestidos, abrigos, zapatos y complementos. Allí hay una estantería metálica en esquina, que tiene cuadernos y blocs de notas decorados por mí; en ellos va impreso el impulso de mi creatividad y cariño, que espero que sea del agrado de todos.

Un beso con sabor a pomodoro.