El pasado Noviembre fue el cumpleaños de mi princesa, nueve años… Y un año más había que estrujarse el cerebro para hacer algo original como recuerdo de su cumpleaños, algo distinto, novedoso y que tuviera nuestro sello particular. Paralelo a la originalidad del regalo, SIEMPRE va la laboriosidad de él, ya que casi siempre rondan la cantidad de 45.
Ya desde el principio del verano se había ido fraguando la idea y buscaba en Internet ideas que me pudieran inspirar… Pero esta vez la búsqueda no fue tan iluminativa como en otras ocasiones, así que empezamos a hacer prototipos, primero en papel y luego en tela. Hasta que finalmente llegamos al tamaño perfecto de nuestro regalo. Un estuche de tela para poder llevar al cole, que careciera de cremalleras y otros accesorios complicados.
Y aquí les muestro el resultado, que fue acompañado de unas bonitas etiquetas hechas por nuestra amiga y diseñadora Carolina.
Pili